Siempre ha sido el hombre el que ha sacado a la mujer al baile, dando el primer paso para "romper el hielo", ya que si lo hacía una mujer estaba "mal visto". Esto tiene una explicación muy sencilla: desde tiempos ancestrales, es el macho que por su fortaleza física, se ha ocupado de la búsqueda de alimento, caza y lucha para proteger a su tribu, mientras que la mujer se encargaba de la familia y el mantenimiento de la misma. Este carácter combativo del hombre, es el que marca su diferencia como "activo" o guerrillero, mientras que el de la mujer, queda en un plano más "pasivo", conservador y tranquilo. Por naturaleza, el hombre tiene la frente más inclinada, aunque también podemos encontrarla en algunas mujeres. La frente más enderezada o vertical, tenderá a ser más fiel que la frente inclinada, con propensión al cambio. No obstante, siempre será más selectiva la frente inclinada, porque cuando dice "me lo quedo" es porque realmente le gusta. La frente vertical es más conformista y conservadora.
IMAGEN: podemos observar el perfil de los "activos" (frente inclinada) y "pasivos" (frente vertical).
Ilustración y textos: Moisés Acedo Codina
Morfopsicólogo nº3898
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