Ojos átonos y hundidos: débil consciencia y desconexión del mundo real. Es decir, la persona es inconsciente en cuanto a lo que le sucede a su alrededor, viviendo en un mundo apartado de la realidad.
Sienes extremadamente apretadas: este elemento enciende la mecha del explosivo. Cuando las sienes se encuentran tan aprisionadas, la posibilidad de ser un asesino asciende en picado. Este elemento produce pensamientos laberínticos, que tienden a degenerar en locura.
Pómulos muy dilatados: las personas con pómulos tan anchos, utilizan la violencia cuando llega el momento, para implantar su voluntad. Existe narcisismo e imposición.
Mayormente son personas con un gran impulso, que aun contenido tras un carácter de introversión, puede salir con toda la dureza en el momento oportuno. Pueden parecer locos psicóticos en un primer lugar... pero en muchos casos no es así. Este comportamiento es generado por una disociación, que llevada al extremo da lugar a trastornos de personalidad múltiples, como si fuesen dos personas "EL QUE ACTÚA Y EL QUE SE APARTA". Ello es generado por consecuencia de grandes pulsiones no satisfechas, generalmente emocionales y sexuales. En un principio ellos creen estar "haciendo algo bueno", pero por la disociación, puede volverse malo rápidamente, caminando por el filo de la navaja. Actúan de forma mecánica y sin consciencia de lo que hacen en el momento del acto, como si fuesen otras personas.... Por eso cuando muestran su cara buena, suelen caer bien a todo el mundo, pasando desapercibidos.
Profesor Moisés Acedo Codina
Fisonomista y Morfopsicólogo colegiado nº0003898
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Muy interesantes articulos y analisis, ojala siga publicando mas. Saludos!
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