La sien ayuda a canalizar las ideas y proyectos de la zona superior hacia la realidad concreta o mundo físico. Unas sienes aplanadas nos hablarán de una canalización ponderada o equilibrada, pero si están ahuecadas, indicarán fanatismo de ideas al existir una excesiva presión u obstrucción. A continuación expongo los 3 tipos de sienes básicos:
1- Sienes aplanadas: son las del tipo equilibrado, que sabe canalizar de forma armónica o sensata sus pensamientos hacia el mundo real o cerebro reptil (mandíbulas). Buen discernimiento y equilibrio.
2- Sienes ahuecadas: el exceso de opresión de la sien o temporal, produce como un nudo que no permite “bajar” (realmente es así) las ideas hacia la mandíbula (mundo real), por tanto, producirán ideas tipo laberínticas, dando vueltas y vueltas a las cosas sin llegar jamás a una solución final. Suelen ser las sienes de personas con TOC, enfermos mentales, fanáticos y también de criminales (habría que ver más elementos del rostro). Personas maniáticas.
3- Sienes abombadas: así como la sien ahuecada da vueltas a sus pensamientos de forma compulsiva, la sien a abultada o curva es todo lo contrario, no pensando más que lo necesario. Si es muy abultada existe una dificultad en la canalización de las ideas, no sabiendo como realizarlas. Si además la frente no está diferenciada, estaremos delante de lo que se llama una “memoria cisterna” que aun pudiendo ser personas con mucha memoria, mezclan todos los conceptos. Personas desordenadas.
Para terminar, las zonas de "resolución" o de "realización de los proyectos" son las sienes, la zona superciliar (zona concreta de la frente) y la anchura de la mandíbula. Todos estos elementos, junto a la tonicidad global del rostro, son los que nos ayudarán a saber si el individuo es trabajador, o por el contrario solo un cúmulo de teoría, sin llevar nada a término.
Ilustración y textos: Moisés Acedo Codina
Morphopsychologue nº3898 SFM París
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