Es cóncava o "chata", apuntando hacia arriba, dejando ver claramente los orificios nasales de frente (necesidad de afecto sin selección). Es la nariz de los niños, que requieren muchísima atención emocional. Es nariz de caprichosos, mandones y autoritarios, aunque de forma no madura: “quiero esto porque sí”. En un niño (edad Linfática) es totalmente normal, pero si vemos esta nariz en un adulto, significa tendencia a la inmadurez emocional, y por tanto la persona será consentida, comportándose como "un niño grande" y cansándose rápido de las relaciones íntimas, sobre todo si además es corta en altura. Al principio puede mostrarse sumisa, pero en breve querra mandar sin lugar a dudas. Si prestamos atención, en una relación de pareja siempre llevará la batuta el que tenga la nariz chata.
Ilustración y textos: Moisés Acedo Codina
Morphopsychologue nº3898 SFM París
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