Es la forma que tiene el contorno del rostro y nos indica el grado de adaptabilidad o socialización que posee la persona; si es adaptable, fanático, inflexible, tierno... Citaremos las 4 únicas tipologías, aunque en un rostro, pueden coexistir 2 variantes o más:
Ondulado:
Como dice el mismo nombre, es un contorno en serpentina indicando un alto grado de sociabilidad y adaptabilidad, que según la ocasión regulará en su forma de actuar. Mezcla de ternura y predisposición de lucha cuando es preciso.
Plano:
Es un contorno plano o liso, como tirado con regla. Ofrece sensibilidad y susceptibilidad. El individuo está a la defensiva. Dificultad de socialización. Rebeldía y tensión. Suelen ser tajantes en el trato y algo violentos.
Abollado:
Es un perfil de entrantes y salientes muy huesudos. Su adaptación es muy difícil ya que habitan 2 elementos antagónicos (dilatación y retracción al límite). Suelen llevar la contraria y son muy apasionados. Aman u odian. Agresividad. Cuando es muy acusado suelen ser neuróticos.
Redondo:
Es un perfil como el de un niño, redondeado o de forma curva. Personas muy sociables y de buen carácter. Adaptabilidad máxima pero con poca selectividad. Suelen caer bien en todo el mundo y no son conflictivos. Todo les parece bien.
Dibujos y texto: Moisés Acedo Codina - Morphopsychologue, membre 3898 SFM París
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